Add parallel Print Page Options

Por un instante te abandoné,
pero con gran cariño te acogeré;
en un arrebato de cólera
te oculté por un momento mi rostro,
pero te quiero con amor eterno
dice tu redentor, el Señor.
Me ocurre como en tiempos de Noé,
cuando juré que las aguas del diluvio
no inundarían otra vez la tierra:
juro ahora no encolerizarme
ni volver de nuevo a amenazarte.

Read full chapter